sábado, 26 de noviembre de 2011

Qué hacer para no aburrir a un hombre


La rutina y la queja constante en la pareja pueden repercutir negativamente en la relación. ¿Cómo hacer para que los hombres no se sientan abrumados ni aburridos?  



Aunque la responsabilidad para que una pareja funcione es de ambos miembros, la mujer suele estar mejor predispuesta que el hombre para encontrar alternativas que permitan que el vínculo se mantenga alejado de la monotonía.

¿Qué es lo que hay que hacer para reactivar el entusiasmo?
Te ofreceremos algunas pautas interesantes para poder disminuir el nivel de tedio que suele ser lo que afecta en mayor medida al vínculo amoroso. La intención es que las mujeres que están en pareja puedan hacer una autocrítica y modificar algunas acciones para intentar mejorar la situación conyugal.

1.- Olvidar los sermones: son el caballito de batalla de toda discusión. Las mujeres somos muy proclives a dar un discurso por cualquier cosa. Reiteramos el mismo argumento cien veces de diferente manera.
Lo que logramos es que el hombre se retraiga, se aísle y en consecuencia, no escuche lo que tenemos para decirle. El desgaste es mutuo aunque para ellos es mucho mayor el nivel de estrés que generan los discursos femeninos ya que para nosotros es una conducta inherente a nuestra personalidad. No vemos lo pesado que se hace ese momento y la tolerancia que hay que tener para resistir ciertos comentarios que suelen durar horas, incluso hay mujeres que hacen que una discusión pueda llegar a durar días o semanas. 

2.- El intentar cambiarlo es otro de los motivos que agobian al hombre. Lo mejor es que cada uno se acepte como es con sus virtudes y defectos y no perder tiempo en forzar una personalidad que el otro jamás tendrá.

3.- Las continuas quejas son otro aspecto de la vida en pareja que suele abrumar al género masculino. Las mujeres nos tomamos todo con demasiada seriedad y preocupación. Las cosas deben tener su verdadera intensidad. Dominar este tema es todo un logro. Ser positiva cuando se está junto a él es la mejor de las decisiones. A pesar de los problemas siempre es posible encontrar un lado positivo.

4.- Darle la libertad suficiente: para todos es importante tener un tiempo a solas o para compartir con amigos o familiares. Esta necesidad no hace que se quiera menos a la pareja. Los espacios hay que respetarlos para que luego el momento del encuentro sea realmente fructífero. El pasar mucho tiempo juntos suele traer problemas que derivan en crisis. Lo mejor es ser equilibrados y repartir el tiempo entre más afectos.

5.- No depender de él: Las mujeres solemos tener bastante dependencia afectiva. A los hombres no les gusta sentirse prisioneros y mucho menos controlados. Los llamados continuos, las preguntas y los celos han pasado de moda. Cada uno debe tener su propio espacio en la relación. No hay que olvidar que el respeto es el pilar fundamental que sostiene cualquier clase de vínculo.





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