viernes, 23 de diciembre de 2011

La Enuresis

Niña sentada en el orinal
Para entender qué es la enuresis, primero tenemos que saber por qué orinamos. La vejiga retiene la orina gracias a que existen dos esfínteres que controlan la salida de la misma. El primero, es un esfínter interno, que es involuntario, de tal forma que permanece cerrado hasta que la vejiga se llena de orina, momento en el que se dilata para expulsarla. El otro, esfínter externo, actúa de forma voluntaria ante el deseo de orinar, gracias a la contracción de los músculos abdominales. Decimos que un niño tiene enuresis, cuando se orina de manera involuntaria a una edad en la que el control de la micción, del pis, debería estar ya establecido. No obstante, entre los seis y los diez años es posible que a los niños se les escape alguna vez el pis de noche, pero eso no significa tener enuresis.

La incontinencia nocturna, la padecen los niños que mojan la cama de forma intermitente durante el sueño, por la noche o en la siesta, a una edad socialmente inaceptable en el ambiente en el que se vive, con una frecuencia significativa y de una forma mantenida en el tiempo, como para afectar al propio niño o a su familia. La edad para considerar la enuresis en las niñas es a los 5 años y en los niños a los 6 años, debido a que éstos últimos maduran de una forma más lenta.Los niños no se orinan en la cama a propósito. La enuresis infantil puede tener un sin número de causas que pueden estar relacionadas con un desorden del dormir, con un desarrollo más lento que lo normal del control de la vejiga, o con el resultado de emociones y tensiones que requieren especial atención.

LAS CAUSAS MÁS COMUNES DE LOS CASOS DE ENURESIS INFANTIL

A muchos padres les gustaría saber cuál es el perfil exacto que una todos los casos de enuresis. Aunque cada niño es único y eso, de alguna forma, interfiere en el tipo de enuresis que tenga, se puede mencionar una serie de causas comunes y repetidas que se han descubierto en todos los casos diagnosticados de enuresis infantil nocturna.

Causas comunes de la enuresis infantil

1. Excesiva ingestión de líquidos por la noche. La enuresis suele ser frecuente si los niños ingieren muchos líquidos pocas horas antes de acostarse.
2. Incapacidad de reconocer la necesidad de orinar. El niño/a todavía no ha aprendido a relacionar el llenado de la vejiga urinaria con la necesidad de ir al baño.

3. Incapacidad de controlar los músculos urinarios. El control de los esfínteres comienza a partir de los 3 años, pero es frecuente que muchos niños no posean los músculos lo suficientemente fuertes como para ello.

4. Causas hereditarias. Si los padres también padecieron enuresis, los hijos tienen una gran predisposición a padecerlo. 5. Ritmos del sueño alterados. Si los niños no duermen bien durante el día, suelen llegar cansados a la noche, por lo que les resulta difícil despertarse para orinar.

6. Motivos psicológicos. Ansiedad, estrés e inseguridad suelen generar tensión en el niño provocándole una enuresis. Situaciones tales como discusiones familiares, traslados, incorporaciones a centros educativos, nacimientos de hermanos o hermanas, abusos físicos o sexuales, acoso escolar (bullying), etc.

7. Enfermedades físicas. Es el factor menos corriente, pero algunas de ellas son la diabetes, el estreñimiento, las enfermedades en los riñones o los gusanos intestinales.

Detectar estas anomalías a tiempo y no restarles la importancia que requieren pueden ahorrarle al niño considerables problemas posteriores que afectarán al desarrollo de su conducta.
Cuando, a partir de los 5 años de edad, el niño aún no controla las micciones, es aconsejable que los padres busquen, preferiblemente con una orientación médica, las causas y un adecuado tratamiento para educar los esfínteres del pequeño. Cuando los padres aún no ven necesaria la intervención del médico, podrán empezar en casa, a poner en práctica una serie de sencillos ejercicios para estimular al niño, de una forma cómoda y divertida, a controlar el pis. Se puede conseguir buenos resultados.
Padre despierta el hijo en la cama

Ejercicio 1- "A ver cuánto eres capaz de aguantar"

Objetivo: Aumentar la capacidad funcional de la vejiga. ¿Cómo se hace? Haremos que el niño a que ingiera una mayor cantidad de líquido al día, como agua, zumos, gaseosas, etc. Cuando tenga ganas de ir al baño, le animaremos a que se contenga. Al principio, bastará con que sean unos pocos segundos, para ir aumentándolos de forma gradual y progresiva. Podemos ayudarle hablando con él, para que se distraiga, o bien planteárselo como un reto. Y, por supuesto, hay que mostrarle nuestra alegría y apoyo ante cualquier mínimo progreso, puesto que le hará sentirse respaldado.

Ejercicio 2- "Cortar el chorro"

Objetivo: Fortalecer los músculos implicados en la micción. ¿Cómo se hace? Se trata de cortar el flujo mientras el pequeño está orinando. Empezaremos haciéndolo cuando ya esté terminando, porque la presión de la vejiga es menor. Progresivamente, iremos adelantando el momento hasta que el niño sea capaz de cortar casi al empezar durante 5 segundos, y durante 2 ocasiones más antes de vaciar la vejiga por completo.

Ejercicio 3- "Cambiar la ropa mojada"

Objetivo: Adquirir responsabilidad y autonomía en la solución del problema. ¿Cómo se hace? El niño tiene que quitarse el pijama y la ropa interior húmeda, ponerse una muda limpia y cambiar las sábanas por otras secas, y trasladarlo todo al cesto de la ropa sucia. Este ejercicio sirve para que se conciencie de la enuresis y asuma que es un problema que tiene que superar.

Ejercicio 4- "Despertarse e ir hacer pis"

Objetivo: Convertir en algo automático el levantarse por la noche cuando se tengan ganas. ¿Cómo se hace? Hay que proponerle al pequeño que se eche en la cama con la luz apagada, simulando que duerme, y que se levante y se dirija al baño fingiendo que hace pis. Si lo hace unas 4 veces en la hora antes de irse a dormir el primer día, conseguirá despertarse por la noche siempre que tenga ganas, y que se dé cuenta de que la cama está mojada para acudir rápidamente al baño para terminar de hacer pis.

Aunque es recomendable que el niño se acostumbre a acudir al baño, podemos introducirle en el control de la incontinencia con un orinal, que, lógicamente, habrá que ubicar en el baño. Le daremos uno con forma divertida, por ejemplo, de animales y con colores, para que sienta atraído por acudir a él. Cuando esté sentado, podemos contarle algún cuento divertido o animarle a que él mismo se invente una.

La clave de estos ejercicios es proponérselos como un juego divertido, como una meta, y no como una obligación. Haremos que el niño se interese y se estimule para hacerlo. Si lo consigue, él mismo verá los resultados, pues cuando se levante cada mañana su cama estará seca, lo cual le reportará una gran satisfacción. Eso sí, no debemos olvidarnos de advertirle que si eso sucede es por todo el esfuerzo y trabajo que ha realizado, para que el niño se dé cuenta de que su curación no ha sido milagrosa, sino todo un esfuerzo de constancia.
Bibliografia: Guía infantil


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