miércoles, 2 de noviembre de 2011

Salud Emocional

La mujer y la autoestima

La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad. Esta se aprende, cambia y la podemos mejorar. Es una poderosa fuerza dentro de cada uno, comprende mucho más que ese sentido innato de auto valía, que es nuestro derecho al nacer; es la experiencia de ser aptos para la vida y para las necesidades de esta. Consiste en :
  • el aprecio y valoración que tenemos las personas de si, es verse uno mismo con características positivas.
  • la confianza en nuestra capacidad de pensar y afrontar los desafíos que la vida nos presenta.
  • el derecho a ser felices, de ser dignos y a gozar de los frutos de nuestros esfuerzos.

En la violencia familiar las víctimas y los victimarios poseen muy baja autoestima, ya que por un lado, la víctima es alguien al que maltratan sin que ésta pueda poner límites y no se da cuenta de que está siendo abusada. Por otro lado, los victimarios compensan lo inferior que se sienten, maltratando y abusando, en este caso, de un familiar.


Importancia de la Imagen Corporal y la Autoestima
La autoestima es la medida en que una persona se acepta y valora a sí misma, y es importante porque el hecho de sentirnos bien con nosotros mismos puede influir sobre nuestra forma de actuar. Una persona que tiene autoestima sana hará amistades con facilidad, controlará mejor su comportamiento, disfrutará más de la vida y podrá manejar de manera más efectiva los conflictos. 
La imagen corporal se refiere a cómo se siente una persona con su aspecto físico. Para mucha gente, sobre todo para las mujeres la imagen corporal está íntimamente relacionada con la autoestima. Esto se debe a que, somos educadas con la idea de pertenecer a los hombres, de que necesario ser bonita para agradar a alguien. 

Influencias Externas en la autoestima

El proceso de desarrollo normal no es lo único que repercute sobre la autoestima. Hay una gran variedad de factores externos que pueden repercutir sobre la imagen corporal de una persona. La autoestima, además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye o reconstruye por dentro. Esto depende, también, del ambiente familiar en el que estemos y los estímulos que este nos brinda.



La vida familiar también puede influir sobre la autoestima. Algunos padres pasan más tiempo criticando a sus hijos y el aspecto físico que tienen que elogiándolos. Esas críticas pueden reducir la capacidad de una persona para desarrollar una alta autoestima. La gente también puede ser objeto de burlas y comentarios negativos sobre su aspecto; a veces, el origen de este tipo de comentarios reside en los prejuicios raciales y étnicos. Y a pesar de que estos comentarios suelen obedecer a la ignorancia de quienes los hacen, éstos pueden repercutir negativamente sobre la imagen corporal y la autoestima de quien los recibe. 

Autoestima Sana
Alguien con una  autoestima sana  no necesita competir, no se compara, no envidia, no se justifica por todo lo que hace, no actúa como si pidiera perdón por existir, no cree que está molestando o haciendo perder el tiempo a otros, se da cuenta de que los demás tienen sus propios problemas en lugar de hecharse la culpa por ocasionar molestias.
Características de la sana autoestima 
  • Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesto a defenderlos aún cuando encuentre fuerte oposiciones colectivas, y se siente lo suficientemente segura como para modificar esos valores y principios si nuevas experiencias indican que estaba equivocada.
  • Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio juicio, y sin sentirme culpable cuando a otros le parece mal lo que halla hecho.
  • No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que halla ocurrido en el pasado, ni por lo que pueda ocurrir en el futuro.
  • Tiene confianza por su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar por los fracasos y dificultades que experimente.
  • Se considera y realmente se siente igual, como persona, a cualquier otra persona aunque reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
  • Da por supuesto que es una persona interesante y valiosa para otros, por lo menos para aquellos con quienes se asocia.
  • No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y conveniente.
  • Reconoce y acepta en sí mismo una variedad de sentimientos e inclinaciones tanto positivas como negativas y está dispuesta a revelarlas a otra persona si le parece que vale la pena.
  • Es capaz de disfrutar diversas actividades como trabajar, jugar, descansar, caminar, estar con amigos, etc.
  • Es sensible a las necesidades de los otros, respeta las normas de convivencia generalmente aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene derecho a mejorar o divertirse a costa de los demás.


Si se tiene una imagen corporal positiva de uno mismo, probablemente será fácil aceptarse y agradarse tal y como se es. Esta actitud saludable permitirá explorar otros aspectos del hecho de crecer, como hacer amistades, adquirir mayor independencia con respecto a tus padres y plantearte nuevos retos, tanto desde el punto de vista físico como mental. Y el hecho de desarrollar esas facetas de ti mismo te ayudará elevar todavía más tu autoestima. 


Una actitud positiva y optimista puede ayudar a la gente a desarrollar una alta autoestima. 

Saber qué es lo que te hace feliz y cómo puedes alcanzar tus objetivos puede ayudarte a sentirte capaz y fuerte y a tener la sensación de control sobre la vida. Una actitud positiva y un estilo de vida saludable (como hacer ejercicio y comer bien) son una perfecta combinación para desarrollar una alta autoestima. 

Baja autoestima 
  • Autocrítica dura y excesiva que la mantiene en un estado de insatisfacción consigo misma.
  • Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada/o, herida/o; hecha la culpa de los fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos tercos contra sus críticos.
  • Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
  • Deseo innecesario por complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y a perder la buena opinión del peticionario.
  • Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
  • Culpabilidad neurótica, por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos o los lamenta indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.
  • Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas de poca importancia, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.
  • Tendencias defensivas, un negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.

Para Mejorar la Imagen Corporal

Algunas personas creen que necesitan modificar su aspecto físico o su forma de comportarse para sentirse bien consigo mismos. Pero, de hecho, lo único que necesitas hacer es modificar la forma en que se percibe el cuerpo y lo que se piensa sobre uno mismo. Lo primero que se debe hacer es reconocer que el cuerpo es propio, independientemente de la forma, talla o color que éste tenga. Si te preocupa mucho tu peso o tu estatura, ve al médico para saber si va todo bien. 

En segundo lugar, se deben identificar qué elementos del aspecto físico se pueden cambiar de forma realista y cuáles no. Todo el mundo tiene cosas que no le gustan de sí mismo que no puede cambiar y necesita aceptar, como su estatura o su talle de zapatos. 


Si hay aspectos del cuerpo que se desea y se pueden cambiar, se deben fijar metas. Por ejemplo, si quieres ponerte en forma, diseña un programa para hacer ejercicio diariamente y comer alimentos nutritivos. Luego haz un seguimiento de tus progresos conforme te vayas aproximando a la meta. ¡Plantearse retos personales es una forma estupenda de elevar la autoestima! 


Pedir Ayuda
A veces los problemas de baja autoestima y de imagen corporal negativa no se pueden superar sin ayuda. Unas pocas mujeres se deprimen, pierden el interés en las actividades y relaciones sociales, o incluso se autolesionan o se refugian en el alcohol o el consumo de drogas. Si Un adulto de confianza puede ayudar a ver el cuerpo con objetividad y darte una retroalimentación positiva sobre este último y sobre las habilidades y capacidades propias. 

Test de autoestima
1. Cuando alguien te pide un favor que no tienes tiempo o ganas de hacer...
 Pese a todo lo hago, no sé decir que no.
 Doy una excusa por tonta que sea para no tener que hacer ese favor.
 Le digo la verdad, que no me apetece o no puedo hacer lo que me pide.
2. Viene alguien a interrumpirte cuando estás trabajando o haciendo algo que consideras importante ¿qué haces?
 Le atiendo, pero procuro cortar cuanto antes con educación.
 Le atiendo sin mostrar ninguna prisa en que se marche.
 No quiero interrupciones, así que procuro que no me vea y que otra persona diga que estoy muy ocupado.
3. ¿Cuando estás en grupo te cuesta tomar decisiones?
 Depende de la confianza que tenga con la gente del grupo, me cuesta más o menos.
 Normalmente no me cuesta tomar decisiones, sea donde sea.
 Sí, me suele costar mucho tomar cualquier decisión cuando estoy en grupo.
4. Si pudieras cambiar algo de tu aspecto físico que no te gusta...
 Cambiaría bastantes cosas para así sentirme mucho mejor y estar más a gusto con la gente.
 Estaría bien, pero no creo que cambiara nada esencial de mi vida.
 No creo que necesite cambiar nada de mí.
5. ¿Has logrado éxitos en tu vida?
 Sí, unos cuantos.
 Sí, creo que todo lo que hago es ya un éxito.
 No.
6. En un grupo de personas que discuten ¿quién crees tiene razón?
 Normalmente la razón la tengo yo.
 No todos, sólo algunos. Generalmente la mayoría da versiones válidas de la realidad.
 Todas las personas aportan puntos de vista válidos.
7. Tu superior protesta o te regaña en voz bastante alta por un trabajo tuyo diciendo que está mal hecho...
 Le escucho atentamente, procurando que la conversación se desvíe a una crítica constructiva y poder aprender de mis errores.
 Que eleve la voz no se justifica en ningún caso. No tiene ningún derecho a tratarme así, por lo que no puedo escuchar lo que me dice hasta que no baje su tono de voz.
 Me molesta que me regañe y lo paso mal.
8. Te preocupa mucho la impresión que causas sobre los demás, si caes bien o no...
 Mucho, no soporto que alguien me tenga mal considerado.
 No siempre, sólo cuando me interesa especialmente la amistad de la otra persona.
 Lo que los demás piensen de mí no influirá en mi forma de ser.
9. ¿Preguntas, indagas, averiguas lo que la gente prefiere de ti y lo que no?
 Sí, aunque me llevo algunos disgustos.
 Sí y disfruto conociéndome a mi mismo a través de los otros.
 No pregunto nada, por si acaso me encuentro con respuestas que hubiera preferido no escuchar.
10. ¿Crees que podrías lograr cualquier cosa que te propusieras?
 Sólo algunas cosas de las que pienso son posibles.
 Me cuesta conseguir lo que quiero, no creo que pudiera.
 Con trabajo, suerte y confianza, seguro que sí.
11. ¿Estás convencido de que tu trabajo tiene valor?
 No estoy convencido, pero hago lo que puedo porque tenga un valor.
 No, más bien pienso que muchas veces no tiene valor ninguno.
 Estoy convencido de que tiene mucho valor.
12. Me considero una persona tímida...
 Depende del ambiente en que me mueva puedo ser más o menos tímido/a.
 No me cuesta hacer amigos ni relacionarme en cualquier situación.
 Creo que soy una persona especialmente tímida.
13. ¿Qué sientes cuando alguien recién conocido descubre por primera vez algún defecto que estabas ocultando?
 Esta pregunta presupone que oculto mis defectos, en cualquier caso mi respuesta es que no me importa y que prefiero que los conozca cuanto antes.
 Me siento muy mal y desde ese momento mi relación con esa persona ya no es la misma.
 Me resulta incómodo, pero procuro no darle mayor importancia.
14. ¿Te has sentido herido alguna vez por lo que te ha dicho otra persona?
 Sí, me he sentido herido muchas veces.
 No hay nada que puedan decir que pueda herirme.
 Sí, pero sólo por palabras dichas por personas muy queridas.
15. Si pudieras cambiar algo de tu carácter, ¿qué cambiarías?
 Nada.
 No lo sé, son muchas cosas.
 Alguna cosa.
16. Cuando has tenido algún fracaso amoroso, ¿de quién has pensado que era la culpa?
 Mía, normalmente.
 Del otro, normalmente.
 Cada fracaso es distinto, a veces uno a veces otro.
17. Si realizas un gran trabajo, ¿no es tan gran trabajo si nadie lo reconoce?
 Efectivamente, si nadie reconoce el valor de mi trabajo no merece tanto la pena.
 El valor de cualquier trabajo es independiente del juicio de quien sea.
 El valor de mi trabajo soy yo el único que puede juzgarlo.
18. ¿Alguna vez sientes que nadie te quiere?
 No es que lo sienta, es que es verdad que nadie me quiere.
 Si, a veces siento que nadie me quiere.
 No, sólo en alguna ocasión siento que no me comprenden, pero no es lo mismo.
 Las personas a las que todo el mundo quiere no valen nada, sólo los grandes generan odios y enemigos.
 Nunca me siento así, las personas que me rodean me aprecian.
19. Si repetidamente en reuniones de trabajo o grupos de estudio tus ideas no se tienen en cuenta...
 Pienso que no merece la pena el esfuerzo porque mis ideas no son tan buenas como creía y procuro atender a las ideas de los otros, dejando en adelante de ofrecer más ideas.
 Lo considero una estadística desfavorable, pero continúo aportando mis ideas si se me ocurre alguna interesante.
 Abandono el grupo, ya que mis ideas no son tenidas en cuenta y procuro formar otro en el que soy el líder o ir en solitario.
20. ¿A dónde crees que te lleva tu forma de ser?
 Hacia una mejora constante.
 Al desastre.
 A la normalidad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario